Bienvenidos a mi blog Edgar Gutiérrez Gómez

15/8/13

SOLO SÉ QUE HABLAN DE MÍ

Sócrates, “solo sé que nada sé” es la que me hace diferente de los demás que creen saberlo todo; fue la afirmación que marcó el hito de la historia de la cultura de la humanidad, hasta la actualidad; puesto que siempre hablan de él. Debemos estar preocupados de que la gente no hable nada sobre nosotros, ésta nos hace sentir que le importamos a aquellos que hacen una plegaria en su vida efímera para mediar, meditar, planificar, complotar, regatear, hacer un lobby, actuar canallescamente y así disfrutan de la vida porque no tiene otra alternativa de sentirse importante a costa de mí, y competir con la intelectualidad en su “chatura” mental que se siente inalcanzable si no hablan de mí, como de los grandes intelectuales de la humanidad.
Amar a nuestros semejantes es la consigna religiosa, también una consigna socialista que fecundó el proletariado de la solidaridad de clase ante los empleadores que explotan a la masa trabajadora; sin embargo aquellos que ventilan dicha consigna traicionan con la justificación de la ética subjetiva y así se identifican de sobremanera en cada instante que ataca; para hacernos sentir importante siempre acude a la axiología y concluir sucumbido en su propia trampa. El ser humano será trascendente en la historia humana de que sus semejantes siempre están pendientes de los pasos que damos, y solo sé que hablan de mí, así nos hacen sentir de que existimos dentro de su pensamiento y es de suponer que jamás hablarán bien o de manera positiva, concluyentemente es positiva, porque sino comentan y no están pendientes de nosotros debemos estar en la muerte civil y humana dentro de esta sociedad putrefacta que muy bien encaja con los que hablan de mí.
Los anales de la cultura de la humanidad están plagados de anécdotas entrelazadas con la realidad, donde siempre fueron maltratados en su contexto, para citar existe un conjunto de personajes como César Vallejo, que fue despedido de la docencia en una escuela de primaria, cuando le preguntaron y ahora que hará, él respondió que se irá a la sierra a sembrar papa a la huancaína. “Todo se puede comprar a unos precios tan bajos que uno se pregunta si no llegará el momento en que nadie desee comprar. Cualquier marqueur de la especulación que se dedique a seguir meticulosamente el nuevo y significativo curso de la filosofía, cualquier profesor libre universitario, docente, particular o estudiante, cualquiera que tenga la filosofía como profesión o afición, no se detiene en el estadio de la duda radical, sino que va más allá” afirmó Kierkegaard en su libro Temor y temblor. Cuando solo hablan de mí, no tengo la culpa de ser parte de la filosofía que ve más allá de su propio velo de las cuáles emite una cicuta tal cual ponzoña de la podredumbre que tiene bajo el velo, donde existe un conjunto de minucias que aplauden tal fenómeno con un orgasmo sediento de maldad para después hablar solo de mí; porque no hay otro motivo, asunto más importante que yo.
Terminaron un manual de la filosofía lingüística, sin saber absolutamente nada de lo que están haciendo, porque concluyeron su vocabulario reducido para hacer de lo mismo una agenda eterna de los siglos por los siglos, hasta que dejen de hablar de mí; cuando dejan de hablar de mí, se inhiben porque en su conciencia está sufriendo por mí, y eso me hace sentir importante porque de otra forma no la tengo, gracias a que hablan solo de mí. Muchos nombres de los grandes intelectuales retumban el alma podrida, porque pronuncian mi nombre, no lo hemos pedido a que hablen solo de mí, sino que buscan hablar de mí porque soy importante, ni les ocurra motejar de pedante porque ellos lo hicieron que sea así y no de otro modo. Me preocuparía cuando no solo hablan de mí, terminarán como el personaje de José Saramago en su libro Ensayo sobre la ceguera, el sujeto perdiera la visión repentinamente y éste posiblemente es una epidemia que preocupa a las instituciones más importantes, me preocuparía sobre el asunto, porque faltaría el sentido más importante de verme constantemente y tragar su viles para terminar en una masturbación mental en su entorno, porque faltaría temas visuales para hablar solo de mí.

El comentario popular afirma que cuando te odian, solo habla de ti, según las líneas freudianas, están enamorados de mí; no sería fácil porque tan feos gustos no la tengo, estaría faltando a la verdad de la belleza objetiva, muy confundido con el subjetivo que nos vigila constantemente en nuestra vida diaria. A los que realmente hacen algo diferente en la vida como afirmara Ernesto Sábato en su libro Antes del fin, a este mundo le falta “locos” que den ejemplos de que la vida es otra, independientemente de nuestra voluntad, que los “locos” trazan la agenda del comentario diario y hacen sentir que existimos; puesto que los racionales están preocupados por controlar a los “locos”, para después aceptar su recurrido con pena y resignación, terminarán aceptando la dialéctica de la ley de la unidad y lucha de contrarios, donde es una condición necesaria la contradicción para que exista el desarrollo. Muy tarde nos dará la razón que en vez de hablar solo de mí, debieron haber realizado algunas cosas más importantes por lo menos hablar más de su esposa, de su esposo que era persona más importante que yo; porque con su pareja se acuesta e intimida a su manera, pero que no sea motivo de su inhibición sexual, cuando solo hablan de mí. Finalmente sucumbirán en el trama de Caín de Saramago, expulsados del paraíso para sentir vergüenza de su propio error y sentirse esclavo de por vida de un Dios castigador, terminando con San Agustín en su ciudad de Dios, y por mi culpa serán destinados al infierno, puesto que sobrepasaron el libre albedrío vigilado de solo hablar de Dios, la salvación será con una penitencia como la hermandad de cargadores de andas, supuestamente de algún santo que no sea yo; porque solo sé que hablan de mí.

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