El absurdo de la vida.
Los humanos muy pocas veces se han preguntado sobre la vida ¿qué es la vida? ¿Para qué vivir? ¿Por qué vives?, estas y otras preguntas fueron desechadas de nuestra existencia, para vivir de manera desesperada y al final, recién darse cuenta que no tenía sentido aquello de la vida que dejamos atrás. La otra forma de ver nuestra vida existencial es rememorando las vivencias en especial algunas que fueron significativas o hedonistas que tiene mayor valor en la razón social denominado sentido común. El ser humano está acostumbrado a festejar sus pequeños logros dentro del absurdo de su vida, para después vanagloriarse que hemos triunfado todos juntos y como tal nos toca disfrutar. ¿Qué triunfo es esa de personas que se pueden contar a simple vista?, ¿ante quiénes triunfaron y con su triunfo serán eternos? La humanidad somos millones, ¿es acaso triunfaron ante esos millones que somos en el mundo? Si fuera así, tampoco sería un festejo, porque felizmente no serás eterno, debemos agradecer a la relatividad de la vida por hacernos visitantes en este planeta tierra, si fueras eterno tu triunfo sería eterno, allí estaría nuestra preocupación como espectador de tus festejos. ¿Ya vez que es absurdo vivir?, ¿peor aún festejar?, porque mañana festejarán otros por ti, seguramente crees que trasciendes, pero esa es la filosofía del existencialismo, mañana nos veremos igual después de la resaca existencial.
El absurdo social; o sea, tú al margen de las corrientes filosóficas que puedan existir planteando la igualdad social, luchas revolucionarias y otras categorías de carácter masificador que no es parte de este artículo. No puedes dejar de lado el interés que causa lo ridículo y efímero de las cosas que deberían pasar desapercibidas; sin embargo, el absurdo vivir toma prioridad en sus tratados vivenciales lo que llamamos “comidilla” del desayuno, almuerzo y cena, así pasa el tiempo y cuando nos damos cuenta estamos “viejos” tratando de alargar nuestra vida con los mejores consejos de la salud que antes no era de preocupación. Para llamar la atención social es importante vivir de manera absurda, realizar acciones que no son altruistas, por el contrario freudiano recargado de libido y thanatos con un buen complemento del eros fetichista.
Los escritos de contenido existencial tienen mayor record de ventas durante la historia universal como la actual, evidencia los diarios o periódicos con alto contenido freudiano toma prioridad en cualquier etapa de la vida evolutiva. El ganador del Premio Nobel de Literatura en 1957, autor de: El extranjero, El mito de Sísifo, La peste, La caída. Albert Camus (1913-1960) fue quien trató de manera incisiva sobre el absurdo de la vida “no hay más que un problema verdaderamente importante: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de ser vivida es responder a la cuestión fundamental de la filosofía” . Todo hombre cree encontrar sentido a la vida, pero no racionaliza convincentemente para seguir viviendo; ejemplo: todos viven para algo, en especial el dinero y el poder, ¿es acaso ésa la razón de vivir?, muchos lograron fama, fortuna, poder y otros deseos, pero no es lo suficiente, entonces ¿qué es lo que buscan? La naturaleza no se inmuta con nuestras plegarias, no le importa los valores absurdos que deseamos profesar, menos le interesa el poder y la fortuna, por el contrario se mantiene silencioso ante el auxilio que pide el hombre, especialmente los que menos tenemos, somos castigados con furia.
El hombre es exageradamente nostálgico con la naturaleza, pero desea dominarla, démosles una mirada el atardecer de los humanos con rostros de melancolía como si mañana no existirá, para sopesar la nostalgia es buena una pequeña dosis de diversión y al confrontar con la realidad encuentra lo absurdo de vivir, “el sentimiento del absurdo puede originarse de diversos modos: por ejemplo, al percibir la indiferencia de la naturaleza respecto a los valores e ideales del hombre, al reconocer que al final es la muerte, o al percatarse de pronto de lo indeciblemente tediosa que es la rutina de vivir” . El hombre es totalmente consciente que va ha morir ahora o después, pero no se cansa de hacer daño complementando con festines el triunfo absurdo de su vida, hay quiénes nos hemos cansado de vivir, porque es tedioso y aburrido la vida, ejemplo: miseria, hambre, caos, desnutrición, prostitución, desigualdad, abuso, corrupción y otros males humanos; complementamos que hay una vida mejor más allá del firmamento y es una esperanza al absurdo de la vida, estamos condenados a luchar y trabajar que tampoco no termina con el gran cuento moral para dejar buena educación a los hijos, para después decir en memoria de… en la práctica vivimos desmemoriados.
Si la vida es un absurdo, entonces todo está permitido la vultuosidad, la vanidad y otras formas de vivir “el hombre del absurdo puede adoptar varias formas. Una es la de Don Juan, que gozan al máximo, mientras es capaz de gozarla, cierto tipo de experiencias, aunque sabiendo que ninguna de ellas tiene significación última. Otra es la del que, reconociendo el sinsentido de la historia y la absoluta futilidad de la acción humana, se dedica empero, en su situación histórica, a una causa social o política” . Resumiendo las dos formas del hombre absurdo ninguna tendría razón de ser vivida, puesto que la etapa evolutiva del hombre exige una vivencia de gozo máximo para demostrar al resto que somos los mejores ante los demás con la narrativa de historia personal; la otra forma dedicación a asuntos sociales para poder trascender en la historia humana, pero acaso tiene sentido las dos formas de vivir del hombre, porque finalmente terminaremos ahora o después.
Todo humano absurdo busca la libertad y la justicia igualitaria, a lo menos es eso la que desea incesantemente y nunca lo encuentra, es absurdo buscar las dos posibilidades para quedarse definitivamente en la nada, porque no existe el primer humano que formó la libertad y la justicia, encontrar sería la solución de la búsqueda de la razón existencial del hombre en la tierra, es exageradamente efímero la vida; sin embargo, hay quiénes no se cansan de festejar el triunfo de su absurdo para dar sentido de lo que está dentro del montón, y ser parte del soldado anónimo que es muy útil al servicio perpetuo de los demás. En nombre de los demás, el adulado se siente poderoso gozando con su libertad del derecho de ser el más fuerte e impone su dominio con la cual prolonga su injusticia. Planteemos la línea seguida por Albert Camus con un deslinde abierto al pensamiento de Jean Paúl Sartre su proposición libre al marxismo, Camus plantea “la filosofía de la revuelta apunta principalmente a los valores morales y al desarrollo de la responsabilidad moral e insiste en que, si bien el rebelde deberá actuar cuando crea tener razón para hacerlo, deberá también actuar admitiendo que pudiera equivocarse” . Mientras el inseguro de sí mismo no piensa en equivocarse, porque sigue la línea trazada por la tradición del adulado para sentirse aceptado y tomado en cuenta su razón absurdo de su existencia, siempre actúa con la enfermedad de la ceguera mental y así logra equilibrar su tensión de lo absurdo que siempre hizo.
El hombre, en cuanto tal, puede rebelarse contra la explotación, la opresión, la injusticia y la violencia, y por el mismo hecho de rebelarse afirma los valores en cuyo nombre se rebela. Una filosofía de rebeldía o revuelta tiene una base moral, y como empezó como revuelta se impone en la historia universal, puesto que la categoría filosófica de lo particular, lo singular y lo universal corroboran tal hecho. No estaría al margen la obra de Camus, La caída que puede echar abajo las instituciones injustas, la duplicidad del ser humano consigo mismo, por vivir para sí con cierta independencia y autonomía que jamás lo tiene, y el deseo enfermizo de vivir por otros saliendo de la naturaleza humana para terminar en una vida de absurdo.
Los humanos muy pocas veces se han preguntado sobre la vida ¿qué es la vida? ¿Para qué vivir? ¿Por qué vives?, estas y otras preguntas fueron desechadas de nuestra existencia, para vivir de manera desesperada y al final, recién darse cuenta que no tenía sentido aquello de la vida que dejamos atrás. La otra forma de ver nuestra vida existencial es rememorando las vivencias en especial algunas que fueron significativas o hedonistas que tiene mayor valor en la razón social denominado sentido común. El ser humano está acostumbrado a festejar sus pequeños logros dentro del absurdo de su vida, para después vanagloriarse que hemos triunfado todos juntos y como tal nos toca disfrutar. ¿Qué triunfo es esa de personas que se pueden contar a simple vista?, ¿ante quiénes triunfaron y con su triunfo serán eternos? La humanidad somos millones, ¿es acaso triunfaron ante esos millones que somos en el mundo? Si fuera así, tampoco sería un festejo, porque felizmente no serás eterno, debemos agradecer a la relatividad de la vida por hacernos visitantes en este planeta tierra, si fueras eterno tu triunfo sería eterno, allí estaría nuestra preocupación como espectador de tus festejos. ¿Ya vez que es absurdo vivir?, ¿peor aún festejar?, porque mañana festejarán otros por ti, seguramente crees que trasciendes, pero esa es la filosofía del existencialismo, mañana nos veremos igual después de la resaca existencial.
El absurdo social; o sea, tú al margen de las corrientes filosóficas que puedan existir planteando la igualdad social, luchas revolucionarias y otras categorías de carácter masificador que no es parte de este artículo. No puedes dejar de lado el interés que causa lo ridículo y efímero de las cosas que deberían pasar desapercibidas; sin embargo, el absurdo vivir toma prioridad en sus tratados vivenciales lo que llamamos “comidilla” del desayuno, almuerzo y cena, así pasa el tiempo y cuando nos damos cuenta estamos “viejos” tratando de alargar nuestra vida con los mejores consejos de la salud que antes no era de preocupación. Para llamar la atención social es importante vivir de manera absurda, realizar acciones que no son altruistas, por el contrario freudiano recargado de libido y thanatos con un buen complemento del eros fetichista.
Los escritos de contenido existencial tienen mayor record de ventas durante la historia universal como la actual, evidencia los diarios o periódicos con alto contenido freudiano toma prioridad en cualquier etapa de la vida evolutiva. El ganador del Premio Nobel de Literatura en 1957, autor de: El extranjero, El mito de Sísifo, La peste, La caída. Albert Camus (1913-1960) fue quien trató de manera incisiva sobre el absurdo de la vida “no hay más que un problema verdaderamente importante: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de ser vivida es responder a la cuestión fundamental de la filosofía” . Todo hombre cree encontrar sentido a la vida, pero no racionaliza convincentemente para seguir viviendo; ejemplo: todos viven para algo, en especial el dinero y el poder, ¿es acaso ésa la razón de vivir?, muchos lograron fama, fortuna, poder y otros deseos, pero no es lo suficiente, entonces ¿qué es lo que buscan? La naturaleza no se inmuta con nuestras plegarias, no le importa los valores absurdos que deseamos profesar, menos le interesa el poder y la fortuna, por el contrario se mantiene silencioso ante el auxilio que pide el hombre, especialmente los que menos tenemos, somos castigados con furia.
El hombre es exageradamente nostálgico con la naturaleza, pero desea dominarla, démosles una mirada el atardecer de los humanos con rostros de melancolía como si mañana no existirá, para sopesar la nostalgia es buena una pequeña dosis de diversión y al confrontar con la realidad encuentra lo absurdo de vivir, “el sentimiento del absurdo puede originarse de diversos modos: por ejemplo, al percibir la indiferencia de la naturaleza respecto a los valores e ideales del hombre, al reconocer que al final es la muerte, o al percatarse de pronto de lo indeciblemente tediosa que es la rutina de vivir” . El hombre es totalmente consciente que va ha morir ahora o después, pero no se cansa de hacer daño complementando con festines el triunfo absurdo de su vida, hay quiénes nos hemos cansado de vivir, porque es tedioso y aburrido la vida, ejemplo: miseria, hambre, caos, desnutrición, prostitución, desigualdad, abuso, corrupción y otros males humanos; complementamos que hay una vida mejor más allá del firmamento y es una esperanza al absurdo de la vida, estamos condenados a luchar y trabajar que tampoco no termina con el gran cuento moral para dejar buena educación a los hijos, para después decir en memoria de… en la práctica vivimos desmemoriados.
Si la vida es un absurdo, entonces todo está permitido la vultuosidad, la vanidad y otras formas de vivir “el hombre del absurdo puede adoptar varias formas. Una es la de Don Juan, que gozan al máximo, mientras es capaz de gozarla, cierto tipo de experiencias, aunque sabiendo que ninguna de ellas tiene significación última. Otra es la del que, reconociendo el sinsentido de la historia y la absoluta futilidad de la acción humana, se dedica empero, en su situación histórica, a una causa social o política” . Resumiendo las dos formas del hombre absurdo ninguna tendría razón de ser vivida, puesto que la etapa evolutiva del hombre exige una vivencia de gozo máximo para demostrar al resto que somos los mejores ante los demás con la narrativa de historia personal; la otra forma dedicación a asuntos sociales para poder trascender en la historia humana, pero acaso tiene sentido las dos formas de vivir del hombre, porque finalmente terminaremos ahora o después.
Todo humano absurdo busca la libertad y la justicia igualitaria, a lo menos es eso la que desea incesantemente y nunca lo encuentra, es absurdo buscar las dos posibilidades para quedarse definitivamente en la nada, porque no existe el primer humano que formó la libertad y la justicia, encontrar sería la solución de la búsqueda de la razón existencial del hombre en la tierra, es exageradamente efímero la vida; sin embargo, hay quiénes no se cansan de festejar el triunfo de su absurdo para dar sentido de lo que está dentro del montón, y ser parte del soldado anónimo que es muy útil al servicio perpetuo de los demás. En nombre de los demás, el adulado se siente poderoso gozando con su libertad del derecho de ser el más fuerte e impone su dominio con la cual prolonga su injusticia. Planteemos la línea seguida por Albert Camus con un deslinde abierto al pensamiento de Jean Paúl Sartre su proposición libre al marxismo, Camus plantea “la filosofía de la revuelta apunta principalmente a los valores morales y al desarrollo de la responsabilidad moral e insiste en que, si bien el rebelde deberá actuar cuando crea tener razón para hacerlo, deberá también actuar admitiendo que pudiera equivocarse” . Mientras el inseguro de sí mismo no piensa en equivocarse, porque sigue la línea trazada por la tradición del adulado para sentirse aceptado y tomado en cuenta su razón absurdo de su existencia, siempre actúa con la enfermedad de la ceguera mental y así logra equilibrar su tensión de lo absurdo que siempre hizo.
El hombre, en cuanto tal, puede rebelarse contra la explotación, la opresión, la injusticia y la violencia, y por el mismo hecho de rebelarse afirma los valores en cuyo nombre se rebela. Una filosofía de rebeldía o revuelta tiene una base moral, y como empezó como revuelta se impone en la historia universal, puesto que la categoría filosófica de lo particular, lo singular y lo universal corroboran tal hecho. No estaría al margen la obra de Camus, La caída que puede echar abajo las instituciones injustas, la duplicidad del ser humano consigo mismo, por vivir para sí con cierta independencia y autonomía que jamás lo tiene, y el deseo enfermizo de vivir por otros saliendo de la naturaleza humana para terminar en una vida de absurdo.
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