En la
política no existe derecha ni izquierda, sino racionales e irracionales:
sentencia el psicólogo Hugo Martel Vidal en un coffee en el balcón de su domicilio. Los orates que conocí en mi
juventud, cuando laboraba en la UNSCH (Facultad de Educación) con el tiempo lo confirmé
como irremediables, menciona. Una pareja de psicólogos alucinaban lucidez en su
demencia prematura, hoy son innombrables profesionales que los estudiantes motean
como: profesora diazepam, y los comunicados anónimos generosos lo bautizan con la
envidiable chapa de Rasputín a su psicólogo paranoico. Señor, avizóranos verlo
en el Larco Herrera para visitas experimentales: “¡Te lo pedimos, Señor!”. Al “Wiskakito”
le valió una acreditación de la Escuela de Bellas Artes para admitirle como
profesor; porque, no había narcótico válido para mejorar su lastre profesional
y personal. Según sus colegas, tienen que amaestrarlo para un voto pandillero, y
es un mal oliente e inane figura nauseabunda de su grupo. ¡Ah, como olvidar la
formación de grupitos con fines delincuenciales y cogollo de puesto laboral
para sus allegados! Los ocho años de docencia en esa prestigiosa Universidad,
llevan también recuerdos imborrables de muchos colegas que transfiero con honor
y dignidad, concluye Martel.
Los hediondos
propagandistas de “ConMisHijosNoTeMetas”, tienen rancia idea de que todos fuimos
hijos y seguimos siéndolo, descuadra la Ley de la negación de la negación del
materialismo dialéctico de Víctor Afanasiev en su ´Manual de filosofía´. Los padres afligidos con sus hijos, por la razón
de la efímera existencia, sueñan: con la economía como éxito de la vida, hermano
ejemplo. ¡Sabes! Vayan construyendo un mausoleo, los seres humanos somos mortal
primo. Mi exilio me obliga a resistir con Emil Cioran y su libro ´La tentación de existir´: “Fulano se
transforma en director de la revista; para hacerla durar, se arriesga al
hambre, se aparta de las mujeres, se entierra en una habitación sin ventanas,
se impone privaciones que confunden y espantan. La masturbación y la tuberculosis
son su ganancia” (Cioran 1986: 56) ¡Provecho! Amigo Oscar Flores con tu
poemario “Coffee break” y el
autoexilio onanista para una “Flor dormida”.
Martel
ironiza, que la gula sobrepasó unos gramos su contextura. Para mí, la gula es narcosis
imaginaria y fetiche de gastronomía internacional. Compran comida sin sentido,
algunos por puro gusto y dejan sobras. ¿Y las millones de personas muriéndose
de hambre? Se golpean el pecho en la procesión del Señor de los Milagros,
Semana Santa bienaventurando a los pobres; porque, ellos estarán a la diestra del
Señor. Estos quejosos fueron hijos y muchos siguen siéndolo aún. Por qué carajo,
no protestan contra la cloaca del Congreso de la República; donde hay
representantes del Perú con lindura de excremento en el cerebro. El servicio
congresal debe ser ad honorem. Los hijos
reprocharían auscultando al ´Grupo
Celeste´: Papá, Mamá,/No se peleen,/No se lastimen/Papá, Mamá,/Soy el que
sufre,/Soy el que llora/... Porque, es adicto a la gula fantasiosa de la
televisión, pues consumió imaginariamente todas las comidas del mundo; cuando
aterriza, su realidad es hambre, miseria y desnutrición.http://www.jornada.com.pe/ediciones/pdfjs/web/viewer.html?file=archivos/jornada_diario_2017_04_25.pdf